Análisis: "A Rush of Blood to the Head"

Un golpe de sangre a la cabeza. Así es el segundo cd de Coldplay, tal cual como lo presenta su título. Letras de relaciones desesperadas, melodías épicas que mezclan baladas para dormir dulcemente y también canciones pegadizas con ritmos frenéticos.

La banda

Si me preguntaran cuándo fue la primera vez que oí a Coldplay, no podría dar una respuesta segura, porque recuerdo haber oído las teclas del piano de Chris Martin muchas veces cuando era chico. En ese ejemplo entraría perfecto “Trouble”, el hit de Parachutes (primer cd, antecesor de “A Rush…”). Podría asegurar que la primera canción que subí a mi mp3 fue “Speed of Sound”, sin siquiera conocer el cd siguiente a Parachutes.

"Parachutes", el primer cd de Coldplay.

En los años siguientes, mi mundo musical se fue ampliando, y decidí bajarme por fin el cd de “A Rush…” (después de quedar fascinado con “Viva la Vida or Death and All His Friends”). Lo escuché y todo fue cambiando: Coldplay había formado unas líneas en mi cabeza que antes no existían: melodías simples y unidas de forma tan compleja. Unos genios. No podía negar que mi perspectiva por la banda dio un giro: hasta ese momento me parecía una banda que solamente sacaba hits, pero en realidad eran más complejos.

El álbum
Estuve leyendo por ahí que el cd se empezó a grabar después de la caída de las torres gemelas. Y eso influyó sin dudas a las letras de las canciones, que como dice Martin: “las nuevas canciones reflejan nuevas actitudes. No se asusten: cualquiera puede alcanzar lo que se proponga”. El conflicto, la desesperación y la conclusión son el tema del cd. No existe otra cosa. Amor, política y envidia son los tópicos afrontados.

Fue ubicado en el puesto 7 de los álbumes más escuchados del nuevo siglo, y en 473 de los mejores de todos los tiempos por la Rolling Stone.
Su éxito lo respalda dos grammys (“Mejor álbum”, y “Grabación del Año” por “Clocks”) y 13 millones de copias vendidas por todo el mundo.

Coldplay haciendo "Politik" en los Grammy 2003.

Las canciones
*Politik abre el cd. Un pequeño ruido aumenta en el silencio, y como un golpe de sangre, los instrumentos juntos arrancan la canción con toda la fuerza. Luego de la introducción, Martin le cuenta a quien escucha que le dé las cosas honestas, y que le diga cuál es su política. Sinceridad, sobre todo. Y luego, en los coros, pide abrir los ojos. Ciegamente, podría asegurar que el tema está hecho para ese crudo acontecimiento del 11 de septiembre. Y luego, termina: “Dame amor, sobre todo…”.

*In my place. El primer sencillo promocional. Simpleza sobre todo. Creo que acá empieza el verdadero cd: si Politik es el prólogo, esta canción son las primeras líneas de una historia de desesperación. La desesperación de un hombre que necesita a una mujer, que ella no ve. Una batería que se hace sentir, una guitarra dulce (que nos hace recordar a las melodías tan únicas de “The Edge”, de U2), un bajo fielmente compañero de los ritmos y una voz única con falsetes, como sólo Chris Martin puede tener.

*God Put A Smile Upon My Face es la tercera canción del cd, como también el último sencillo promocional. Una guitarra por más de sencilla, un bajo rítmico excelente, batería genial y la voz de Martin acompañada de la dulce distorsión de la guitarra de su amigo Buckland, que hacen que las letras de envidia que toma la canción, tengan un ambiente envidiable.

*The Scientist. Perdés un amor. Lo querés encontrar. No podés. Cerrás los ojos, y te acordás de esos momentos. Querés volver al principio. Y querés escuchar “The Scientist”. Basada en “All Thing Must Pass” (clásico de George Harrison) el piano y la voz de Martin dominan el tema por completo. Casi media canción desnuda con esos dos elementos, luego es escoltada por los demás integrantes, que tímidamente y de muy buena manera acompañan al líder.

Imágen del video promocional de "The Scientist".

*Clocks. Es LA canción. Podría animarme a decir que tiene el mejor riff de piano que jamás escuché, como así también una gran fusión de instrumentos en su coro. Clocks es para “A rush…” lo que “Smells Like Teen Spirit” es para “Nevermind”, o “Jijiji” para “Oktubre”, e incluso “Wonderwall” para “(What’s the story?) Morning Glory”.
Clocks usa el estilo de ruido-silencio-ruido usado en In My Place, el cuál me parece correcto para admirar por completo el piano. Acá la guitarra no juega mucho, pero en el final tiene su parte. La batería cumple como siempre, y el bajo acá tiene lo mejor que puede ofrecer en el cd. ¿Queda claro, entonces, que Clocks la rompe?

*Daylight no es mi canción favorita, y hasta la pondría como la que menos me gusta del cd. Pero, siguiendo a los viejos LP’s, es perfecta para esa transición a la segunda parte del disco. Tiene un coro final muy bueno, con una voz de Martin casi susurrando fuerte y sin falsete.

*Green Eyes. Si algún día me encontrase con Martin, Buckland, Barrymore ó Champion, les preguntaría por qué esta canción no tiene su sencillo. Por dios. Si estás enamorado, éste es el tema para dedicarle a tu enamorada. Guitarra acústica, voz de Martin, y recién en el último minuto entran la batería y el bajo. “Honey you are the rock…”

*A Warning Sign. El violín de este tema es tan melancólico, que cada vez que lo escucho se me hace un nudo en la garganta. La guitarra con punteados fuerte y sonido débil, el apenas escuchado bajo y la voz de Martin, como siempre, ambientan el mensaje. “Sí, la verdad es que: te extraño, te necesito tanto”. ¿Ya dije que las letras del cd son desesperadas? “Y me arrastro de nuevo a tus brazos”.

*A Whisper es uno de mis temas favoritos. Tiene una fórmula muy nueva y excelente. Todavía hoy estoy tratando de descifrar cuál es el estribillo, y cuáles los versos, o siquiera si tiene estribillo. La distorsión de la guitarra de Buckland es genial, y aún mejor cuando los platillos del señor Champion se fusionan con su ritmo cuando Martin grita: “Escucho el ruido de los relojes, me recuerdan el momento en que te fuiste y te perdí"; el bajo de Barrymore tiene un buen pulso, y hasta en momento se logra escucharlo, un tanto tímido. La canción termina distanciándose, a lo lejos, mientras en tu cabeza, queda repitiendo la frase: “Just a whisper, whisper, whisper…”

*A Rush Of Blood To The Head. Martin susurra, su guitarra también. Habla sobre el rencor y la importancia. Y la respuesta a todo eso son los impulsos. Quemar un edificio y verlo caer, comprar un arma y empezar una guerra. Todo eso, al lado de su amor. La canción homónima al título del cd resume lo que éste es: toda esa desesperación. También en lo instrumental: principio tranquilo, y luego la batería y el bajo acompañan, con una guitarra adornándolo todo. Los coros fuertes, y un final digno, con la voz de Martin despidiéndose, siendo precedido por una guitarra limpia.

*Amsterdam. Aún hoy, creo que este tema debería haber sido una “canción escondida”. Terminar con la canción anterior hubiese quedado muy bien, teniendo a Amsterdam como un final tácito. El piano tiene una melodía hermosa, y la voz de Martin que te cuenta un cuento antes de irte a dormir. Un silencio en la mitad de la larga canción (lenta y de 5 minutos aprox.) y luego los coros del resto de los integrantes, acompañando a Chris. Y el último minuto, son las buenas noches, el adiós: todos juntos tras la frase de Martin que dice que está “clavado en el final de esta bola con cadena”. Todos los instrumentos juntos, un final épico.
Que da el desenlace a este gran cd, con la frase que representa la conclusión a este disco hecho gracias a un golpe de sangre a la cabeza: “Vos viniste y me soltaste”.

Coldplay, hoy.

Entonces…
…es un gran cd. “A Rush Of Blood To The Head” es el perfecto cd para empezar a escuchar Coldplay, e incluso Rock Alternativo. Si algún día logro viajar al pasado y logro conocer a Lennon, y éste me preguntara por la música del futuro, sin dudas le daría este cd para que escuche.
Mi puntaje es un diez. Y lo recomiendo fervientemente. De verdad.